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New week, let’s start soft

Qué lindo saludarte.

Cada semana, un momento para reconectar.  

Porque sé que priorizás tu bienestar, y por eso estás acá. Entre tanto ruido, este es tu recordatorio: la salud mental importa. Acá vas a encontrar consejos simples, reales y aplicables para sentirte mejor cada día.

Bienvenido a tu pausa mental de cada semana.

Nuevo mes

hola diciembre: generas emociones encontradas

wowww llegamos a diciembre (en qué momento, no?) siento que esto a todos nos genera sentimientos encontrados: primero porque un año más que pasa, y es en estos momentos que tomamos percepción del paso del tiempo y nos hace sentir que la vida pareciera ir cada vez más rápido, y segundo porque diciembre tiene una energía rara, y con rara no me refiero a que sea precisamente mala, pero sí intensa. Es como si el mes viniera con un volumen más alto de lo habitual: más planes, más mensajes, más cosas que cerrar, más movimiento, y una parte nuestra solo quiere respirar y estar tranquila.

Es un mes donde se convive con sensaciones muy distintas: un poco de entusiasmo, un poco de cansancio acumulado, un poco de querer empezar cosas nuevas y otro poco de querer frenar y no hacer nada más (y supongo que está bien que así sea). Diciembre no es lineal, nunca lo fue.

El problema es que muchas veces, en medio de tanto estímulo, podemos perder nuestro propio ritmo. Y no por falta de organización, sino porque todo lo externo se acelera, y cuesta encontrar ese espacio interno donde volver a nosotros sin perdernos en la vorágine del mundo o sin sentir culpa por no estar haciendo lo que ‘tenemos’ que estar haciendo.

No hace falta estar atravesando una crisis para que diciembre nos desordene un poquito. A veces es simplemente el contraste entre lo que el mes exige y lo que uno realmente necesita. Así que el gran desafío está en no perdernos entre tanto estimulo (vamos x eso!!)

Prioridades claras

cuando el mes te arrastra <y vos solo querés calma>

Hay algo que puede cambiar por completo cómo vivís este mes: bajar la exigencia de “hacer todo bien” y empezar a elegir lo que realmente importa para vos.

Diciembre suele traer esa sensación de “cierre”, pero no todo tiene que cerrarse. A veces lo más sano es no forzar conclusiones, no apurarte a ordenar lo que todavía está en proceso, no presionarte para estar de una forma específica. Podés permitirte algo simple: elegir de qué cosas querés ser parte y de cuáles no. Elegir qué sí vas a priorizar y qué no merece tu energía este año. Elegir qué conversaciones querés tener y cuáles podés dejar para un momento más genuino. Elegir cómo querés llegar al final del mes: agotada o más fiel a tu propio ritmo.

Diciembre no necesita que seas productiva, ni súper reflexiva, ni la versión “lista para cerrar el año”. Solo necesita que seas honesta con vos, que puedas decir “esto sí”, “esto no”, “esto ahora no me hace bien”. Cuando lo vivís así, diciembre deja de arrastrarte y empieza a adaptarse un poquito más a tu medida.

Porque a veces esa sensación de urgencia de que se termina el año como si se terminara la vida, es la que nos genera malestar y nos hace tomar decisiones apresuradas. Tranqui, una cosa a la vez, hay vida luego del 31/12.

Ejercicio simple

Mi diciembre real (a mi ritmo, a mi modo, a mis tiempos)

Buscá un momento tranquilo —con algunos minutitos te alcanza— y reflexiona, y obvio escribi, sobre estas dos cosas:

1. Cómo quiero sentirme este mes.
No cómo “debería”, sino cómo quiero: liviana, presente, más lenta, más conectada, más libre, más simple. Lo que necesites.

2. Qué necesito para que eso sea posible.
Puede ser algo chiquito: un límite suave, un día sin compromisos, dejar un pendiente para enero, un rato de silencio, decir que no a una reunión que no te suma, pedir ayuda, regalarte un espacio de descanso real, sumarte a planes sociales, lo que sea que necesites.

La idea no es organizarte perfecto, sino alinear tu diciembre con tu bienestar.
A veces, eso es más importante que cualquier ‘cierre de año’.

Afirmación de la semana

Puedo transitar diciembre a mi ritmo, no al del mundo.

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