3 cuotas sin interes | envio gratis
en pedidos mayores a $90.000

New week, let’s start soft

Qué lindo saludarte.

Cada semana, un momento para reconectar.  

Porque sé que priorizás tu bienestar, y por eso estás acá. Entre tanto ruido, este es tu recordatorio: la salud mental importa. Acá vas a encontrar consejos simples, reales y aplicables para sentirte mejor cada día.

Bienvenido a tu pausa mental de cada semana.

‘no resueno con la vida que tanto desee’

Hay momentos en los que todo parece ir bien. Tenés el trabajo que soñaste, una rutina estable, una vida que “funciona”. Desde afuera, incluso desde tu propia razón, pareciera que no hay nada que cambiar. Pero adentro algo se siente ‘raro”: sentís una incomodidad difícil de nombrar, una especie de vacío o ruido interno que no sabés de dónde viene. Te encontras pensando: “¿por qué no estoy disfrutando si tengo todo lo que quería?”.

Eso que aparece no es ingratitud ni insatisfacción crónica, sino que es una señal. Una forma en la que tu cuerpo y tu mente te dicen que algo ya no se alinea con vos, que cambiaste, que ya no sos la misma persona que soñó con todo eso. A veces crecer se siente exactamente así: como un desajuste entre la vida que construiste y la persona en la que te estás convirtiendo.Pero solemos resistirnos, porque el cambio da miedo.

Nos dijeron que cambiar de rumbo es fracasar, que volver atrás o probar algo distinto es perder el progreso o arriesgarse a algo que puede salir mal (para que?????). Entonces seguimos adelante, aun sabiendo que nada de todo eso nos genera satisfacción o se relaciona con nuestra versión de hoy. Nos intentamos convencer de que si seguimos un poco más, si aguantamos, si nos adaptamos, ese malestar va a desaparecer. Pero no desaparece, se transforma en ansiedad, en cansancio crónico, en desmotivación o en la sensación de estar viviendo en automático.

Cambios

El cerebro se protege de lo desconocido

Cambiar de dirección no siempre llega como una decisión racional o planificada. A veces llega con señales internoas que empieza como un malestar leve, y que si no escuchamos, crece hasta volverse insoportable. Tu cuerpo y tu mente intentan protegerte: la ansiedad, el estrés, la irritabilidad, incluso la desmotivación, pueden ser maneras en las que tu sistema te avisa que necesitás re direccionar el camino.

Cuando lo que hacemos deja de tener sentido, no es porque seamos inconstantes o indecisos. Es porque nuestras necesidades, valores y prioridades cambiaron,  y pretender mantenernos iguales es ignorar ese crecimiento. No somos las mismas personas que hace cinco años, o incluso unos meses atrás  <y eso está bien>.

El miedo al cambio es natural. Nuestro cerebro busca certezas, y lo desconocido o la incertidumbre da miedo. Por eso, muchas veces, preferimos quedarnos donde no queremos estar, simplemente porque es lo que conocemos y nos hace sentir mas seguros. Pero quedarse en lo familiar/ ‘comodo’ también tiene un costo: se paga con energía, con desconexión, con ansiedad, con no sentirnos felices.  El bienestar no está en “tener todo controlado”, sino en vivir en coherencia con lo que sentimos.

Animarte a cambiar no siempre significa dejarlo todo y hacerlo de manera abrupta. A veces es una conversación pendiente, un límite nuevo, un espacio diferente en tu día, o una decisión pequeña pero honesta, que poquito a poquito, va construyendo nuevos cimientos. Y aunque duela o dé miedo, suele ser el inicio de algo más alineado con vos: porque del otro lado del miedo, muchas veces está la vida que realmente queres. 

Ejercicio simple

Re pensar metas & objetivos:

Si estás en ese momento donde algo en tu vida ya no se alinea, te propongo un ejercicio para generar claridad. En un papel escribí tres columnas:

  1. Lo que te da energía. Personas, proyectos, lugares, rutinas o actividades que te hacen sentir presente, viva, conectada.
  2. Lo que te saca energía. Todo lo que te drena, te tensa o te hace sentir que estás forzando algo.
  3. Lo que te despierta curiosidad. Cosas que te atraen, aunque todavía no sepas bien por qué.

Revisá lo que escribiste con calma. Preguntate si tu vida actual refleja más la primera columna o la segunda. Y si encontrás cosas en la tercera que te llaman la atención, empeza a  pensar en  acciones pequeñas para explorarlas: leer sobre eso, anotarte a un taller, probar nuevas actividades.

No hace falta tomar decisiones enormes y que te generen miedo o tensión. Date  tiempo, incluso podes esperar unos días antes de actuar, para notar si eso que querés sigue resonando o era solo impulso. Si después de ese tiempo la sensación se mantiene, probablemente sea un camino que vale la pena explorar.

El cambio no es una traición a lo que fuiste, sino una forma de honrar quién sos hoy. Cada vez que te animás a elegirte, aunque sea en algo pequeño, tu cuerpo y tu mente lo sienten. Cambiar no es perder el rumbo, es empezar a construir uno nuevo, más auténtico, más tuyo.

Afirmación de la semana

puedo elegir de nuevo, incluso si da miedo. Escucharme también es una forma de avanzar.

Tu carrito

En este momento tu carrito está vacío.

Volver a la tienda